Perdona por no siempre haberla apreciado.
Nada vale la pena que me arriesgue a perderte.
Se que cuento contigo para que me guíes y seas mi luz.
Es tan admirable la percepción tuya que me has echo conocer.
En ti, yo jamas dudo.
La verdad es que es un privilegio tan grande y un regalo, el haberte conocido.
Gracias por tu confianza y fe en mi, aun cuando no me la merezco.
Todos los días trabajare para cultivar tu amor.